Totalmente. Es común experimentar miedo, inseguridad o vergüenza al plantearse comenzar terapia. Estas emociones son parte del proceso y, con el tiempo, la mayoría de las personas encuentran en la terapia un espacio seguro para explorar y mejorar su bienestar.

En las primeras sesiones, evaluamos tu situación para establecer un plan personalizado. Luego, comenzamos a trabajar en tus objetivos, utilizando técnicas de diferentes corrientes terapéuticas, y finalmente, las sesiones se van espaciando para que puedas consolidar los avances de manera progresiva.

Un psicólogo se enfoca en el tratamiento emocional y conductual a través de la terapia, sin medicación. Un psiquiatra, en cambio, es un médico que puede diagnosticar y tratar trastornos mentales con medicación, si es necesario. En muchos casos, ambos profesionales pueden trabajar en conjunto.

Si sientes malestar emocional, ansiedad, insatisfacción o problemas recurrentes que no logras resolver por ti mismo/a, es un buen momento para considerar la ayuda de un profesional. Si ya has intentado diferentes recursos sin éxito, la terapia puede ofrecerte una nueva perspectiva y herramientas eficaces.

Nuestro equipo evaluará tus necesidades en la entrevista inicial para asignarte a la psicóloga que mejor se adapte a ti.